En logística, lo que no se mide no se puede mejorar. Las operaciones diarias de una cadena de suministro generan miles de datos que, si se analizan correctamente, ofrecen una radiografía real del rendimiento y las oportunidades de mejora. Aquí es donde entran en juego los KPI logísticos (Key Performance Indicators): los indicadores clave que permiten evaluar la eficiencia y el nivel de servicio de cada proceso.
Lejos de ser simples métricas, los KPI son herramientas estratégicas para tomar decisiones operativas, ajustar procesos y optimizar los recursos disponibles. Analizarlos con rigor permite reducir costes, mejorar tiempos de entrega y elevar la calidad del servicio ofrecido al cliente final.
En este artículo repasamos los principales KPI de la logística, qué aspectos evaluar en la cadena de suministro y cómo la tecnología —con herramientas como el ERP logístico y el Big Data— potencia su análisis y mejora continua.
¿Cuáles son los KPIs de logística?
Los KPI logísticos son indicadores cuantificables que permiten medir el desempeño de cada etapa de la cadena de suministro. Desde la recepción de la mercancía hasta la entrega final, cada proceso deja huella y puede evaluarse para detectar ineficiencias y reforzar los puntos críticos.
Seleccionar los KPI adecuados depende del tipo de operación y de los objetivos de cada empresa, pero existen métricas comunes que se consideran esenciales para cualquier gestión logística eficiente.
¿Qué miden los KPI logísticos?
- Costes operativos y de transporte
- Tiempos de ciclo y niveles de servicio
- Precisión en la preparación de pedidos
- Estado y rotación de inventarios
- Nivel de satisfacción del cliente
La clave está en analizar no solo resultados finales, sino también procesos intermedios que impactan en el funcionamiento general de la cadena.
Principales KPI de la logística
A continuación, detallamos algunos de los indicadores más relevantes para medir la eficiencia de una operación logística:
1. Nivel de servicio (OTIF – On Time In Full)
Mide el porcentaje de pedidos entregados en el plazo acordado y con la cantidad correcta. Es un reflejo directo del grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos con los clientes.
2. Precisión en la preparación de pedidos
Evalúa el porcentaje de pedidos enviados sin errores. Cada error implica retrabajo, devoluciones y costes adicionales.
3. Tasa de rotación de inventario
Indica cuántas veces se renueva el inventario en un periodo determinado. Una rotación alta suele ser síntoma de eficiencia y buena gestión del stock.
4. Coste logístico por pedido
Calcula el coste total de la operación logística dividido por el número de pedidos servidos. Permite medir la rentabilidad y detectar desviaciones presupuestarias.
5. Tiempo de ciclo de pedido
Es el tiempo que transcurre desde que se recibe un pedido hasta su entrega. Reducir este ciclo es clave para mejorar la experiencia del cliente.
6. Índice de devoluciones
Mide el porcentaje de productos que regresan por errores, daños o insatisfacción. Un valor elevado suele reflejar fallos en la preparación o en la calidad del servicio.
7. Tasa de ocupación de almacén
Controla la utilización del espacio disponible. Una ocupación excesiva puede generar cuellos de botella y aumentar los costes de almacenamiento.
Cada uno de estos indicadores debe analizarse de forma periódica y compararse con los objetivos establecidos para garantizar una mejora continua.
¿Qué se debe evaluar en la cadena de suministro?
Evaluar la cadena de suministro implica analizar cada eslabón que conecta la demanda del cliente con la capacidad de respuesta de la empresa. No se trata solo de medir costes o tiempos, sino de entender cómo interactúan todos los procesos y cómo impactan en la operación global.
- Abastecimiento: Cumplimiento de plazos de proveedores y calidad de la mercancía recibida.
- Gestión de inventarios: Niveles de stock, rotación y obsolescencia.
- Almacenaje y manipulación: Costes, eficiencia y uso del espacio.
- Transporte y distribución: Costes, tiempos de entrega y nivel de servicio.
- Satisfacción del cliente: Nivel de cumplimiento y percepción del servicio.
Una visión global de la cadena permite actuar sobre las causas de los problemas y no solo sobre sus síntomas.
Cómo mejorar los KPI de la cadena de suministro
Mejorar los indicadores logísticos no es cuestión de ajustes puntuales, sino de adoptar una visión estratégica apoyada en la tecnología y la mejora continua.
Claves para optimizar los KPI:
- Digitalizar procesos: Implantar un ERP logístico permite obtener datos en tiempo real y mejorar la toma de decisiones.
- Automatizar tareas repetitivas: Reduce errores y libera recursos para tareas de mayor valor.
- Utilizar Big Data y analítica avanzada: Permite identificar patrones, prever la demanda y anticiparse a posibles incidencias.
- Colaboración con proveedores y clientes: Mejorar la comunicación y la sincronización a lo largo de la cadena.
- Formación continua del equipo: La tecnología necesita de personas capacitadas para extraer todo su potencial.
El papel del ERP logístico
Contar con un ERP especializado en logística es determinante para gestionar y mejorar los KPI. Un buen ERP permite:
- Controlar todos los procesos en tiempo real
- Unificar la información y evitar duplicidades
- Reducir errores y mejorar la trazabilidad
- Generar informes automáticos y cuadros de mando
La visibilidad total que ofrece el ERP facilita la identificación de puntos de mejora y permite actuar de forma proactiva.
Big Data aplicado a la logística
La explotación de datos masivos lleva el control de los KPI a otro nivel:
- Predice la demanda y ajusta la producción y la distribución
- Optimiza rutas de transporte en función del tráfico o condiciones externas
- Detecta tendencias y patrones de consumo
- Mejora la experiencia del cliente al anticiparse a sus necesidades
Gracias al Big Data, los KPI dejan de ser solo métricas históricas para convertirse en herramientas de predicción y mejora continua.