La gestión del transporte es uno de los procesos más complejos y costosos dentro de la cadena logística. Planificar rutas, controlar flotas, gestionar cargas y cumplir con los tiempos de entrega son tareas que exigen tecnología especializada. En este escenario, el TMS (Transportation Management System) se ha consolidado como la herramienta fundamental para empresas de transporte y logística.

El TMS no solo organiza envíos, sino que permite tener control y trazabilidad total sobre cada operación de transporte, optimizando recursos y mejorando la rentabilidad.

¿Qué significa TMS?

TMS significa Transportation Management System, es decir, un Sistema de Gestión del Transporte. Se trata de un software diseñado para planificar, ejecutar y controlar todas las operaciones de transporte, tanto con flota propia como subcontratada.

Su objetivo principal es garantizar que las mercancías lleguen al destino correcto, en el menor tiempo posible y al menor coste operativo.

¿Qué es un sistema de gestión del transporte?

Un sistema de gestión del transporte permite a las empresas controlar toda la operativa vinculada al movimiento de mercancías. Desde la creación del pedido hasta la entrega final, el TMS centraliza la información y aporta visibilidad total sobre cada envío.

Un TMS bien implementado permite:

  • Planificar las rutas más eficientes.
  • Asignar cargas a los transportistas óptimos.
  • Gestionar documentación y contratos de transporte.
  • Monitorizar en tiempo real el estado de cada envío.
  • Controlar y reducir los costes asociados al transporte.

La implantación de un TMS es una decisión estratégica para cualquier empresa que quiera aumentar su competitividad en el sector logístico.

Funciones clave de un TMS

Un TMS aporta una serie de funcionalidades que permiten optimizar y controlar el transporte de principio a fin.

Planificación de rutas

El sistema selecciona las rutas más rápidas y rentables, teniendo en cuenta factores como la distancia, el coste, los horarios de entrega o las restricciones de tráfico.

Gestión de cargas y transportistas

Permite asignar cargas a vehículos o empresas de transporte en función de la disponibilidad, la capacidad y el coste, optimizando cada operación.

Seguimiento y trazabilidad

Ofrece visibilidad en tiempo real sobre cada envío, permitiendo conocer su ubicación, detectar posibles incidencias y actuar rápidamente en caso de desvíos o retrasos.

Generación de documentación

Automatiza la emisión de CMR, albaranes de entrega, órdenes de carga y cualquier otro documento necesario en cada operación.

Control de costes y análisis de rentabilidad

Calcula el coste real de cada envío y permite analizar la rentabilidad de cada cliente, ruta o transportista, facilitando la toma de decisiones.

Integración con otros sistemas

El TMS se puede conectar con el ERP logístico o el SGA, garantizando la coherencia de los datos y la automatización de procesos.

Ventajas de un TMS en tu empresa

La implantación de un TMS aporta múltiples beneficios en la operativa diaria y en la estrategia a largo plazo de cualquier empresa del sector logístico o transporte.

  • Reducción de costes: Al optimizar rutas y cargas se reducen los kilómetros recorridos, los consumos de combustible y los tiempos muertos, generando un ahorro directo en cada operación.
  • Mejora del servicio al cliente: La trazabilidad en tiempo real permite ofrecer información precisa sobre el estado de cada envío y mejorar los tiempos de entrega.
  • Mayor control y seguridad: El TMS permite detectar incidencias de forma temprana, minimizando su impacto y garantizando el cumplimiento de los compromisos con los clientes.
  • Automatización de tareas: Elimina procesos manuales como la asignación de rutas o la generación de documentos, reduciendo errores y liberando recursos para tareas de mayor valor añadido.
  • Toma de decisiones basada en datos: Permite analizar el rendimiento de cada transportista, cliente o ruta, optimizando la estrategia de transporte y logística.

¿Cuáles son las diferencias entre ERP y TMS?

Aunque el ERP y el TMS pueden parecer similares, su función dentro de la empresa es diferente y complementaria. El ERP es un sistema de gestión global que controla las áreas financieras, comerciales y administrativas de la empresa. Permite conocer la rentabilidad de cada cliente, generar facturación y gestionar la contabilidad.

Por su parte, el TMS está especializado en la operativa de transporte. Se encarga de planificar rutas, gestionar cargas y controlar cada envío en tiempo real. Su foco está en la optimización de las operaciones y la mejora de la eficiencia logística. Mientras el ERP ofrece una visión global de la empresa, el TMS aporta el detalle operativo necesario para mejorar la ejecución de cada transporte.

Ambos sistemas se complementan y su integración es clave para conseguir una gestión eficiente y rentable de toda la operativa logística. Contar con un TMS es imprescindible para cualquier empresa que gestione transporte de mercancías y quiera mejorar su eficiencia, reducir costes y ofrecer un mejor servicio a sus clientes.La integración del TMS con el ERP permite a las empresas del sector logístico tener el control total sobre sus operaciones, desde la gestión comercial hasta la ejecución de cada envío.

Invertir en tecnología especializada como el TMS es una decisión estratégica que impacta directamente en la rentabilidad y la competitividad de la empresa.

Compartir
Compartir